Contestó: Mi pasión por el Señor
Dios de los Ejércitos”
(IRe 19, 13-14)
Hace tan sólo 20 días que leíamos en nuestras
Comunidades la carta con esta cita del libro de los Reyes para recordarnos que
es nuestra pasión por el Señor la
que nos motiva y moviliza en todas nuestras acciones. La pasión por Dios nos trajo hasta aquí y la pasión por Dios es la que nos ha sostenido estos doce días intensos
de oración, discernimiento, diálogo y compromiso.
También en el montaje de apertura nos imaginábamos a
Jesucristo preguntándonos: ¿A qué has venido? A buscar la audacia y valentía que demostraron las mártires, la novedad del Evangelio, el impulso de María que nos precede en su
entrega incondicional. Estas respuestas hoy podemos decir que se han hecho
realidad. Nos llevamos la audacia, la novedad y el impulso que hace crecer
nuestra CARIDAD para participar en
la MISIÓN de la Iglesia según
nuestro Carisma.
Y ya ha llegado el momento de recoger, estamos a punto
de cerrar nuestras maletas, nos va a costar porque van a estallar, están
cargadísimas de documentos, materiales y detalles que nos van a recordar a lo
largo de los próximos 6 años todo lo que aquí hemos discernido y acordado.
Pero no guardemos hasta el final la imagen de
Pentecostés de nuestras mesillas y contemplémosla de nuevo para dar GRACIAS por todo lo vivido y saboreado,
por las POSTURAS, MIRADAS, MANOS y LUCES que han hecho posible vivir la
Asamblea como un nuevo Pentecostés:
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Al observar de
nuevo las POSTURAS de los personajes
quiero daros las gracias a todas
vosotras, porque desde la diversidad de posturas y aportaciones en los
grupos y en los ricos debates, habéis enriquecido y diseñado la marcha de la
Provincia. Gracias también por el buen ambiente creado, por la alegría en todo
momento, por el respeto en los diálogos, por el silencio en las reflexiones y
oraciones, por la valoración que de todo habéis hecho, por el humor en la
superación de las dificultades: una pierna que se rompe, una tortilla que no
consigue llegar al estómago, un ascensor que se para o una luz que sólo se
mantiene encendida si bailamos, nos han recordado que nada detiene nuestro
dinamismo.
Gracias de forma especial a las que habéis asumido el
servicio de secretarias y moderadoras de
grupo, ha supuesto un “plus” de trabajo que habéis vivido con disponibilidad
y generosidad.
Qué bien habéis sabido recoger las Secretarias de la Asamblea y las Comisiones de redacción todas las
posturas y todo lo que ha acontecido en los plenos. Gracias por el excelente
trabajo.
Y gracias a las Escrutadoras
que con tanta agilidad y esmero han recogido nuestras opiniones a través de las
votaciones, poniendo dinamismo a esos momentos, que no se han hecho tan largos.
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En la imagen
aparecen también distintos PLANOS. Al observarlos quiero dar gracias a todas
las que han sabido estar en segundo plano: hermanas
de secretaría y colaboradoras de los distintos servicios, a Sor Antonia del Teso
y Sor Trini Román que han decorado las aulas. Todas, desde el trabajo
callado y oculto han sostenido la buena marcha de la Asamblea desde las tareas
sencillas e imprescindibles.
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¿Recordáis las MIRADAS de los personajes? La mayoría
miran A LO ALTO Y A MARÍA. Doy gracias a la Comisión
de liturgia y coro que a través de la belleza y creatividad de las
celebraciones y oraciones, de la riqueza y expresividad de los símbolos, de la armonía
de los cantos, han mantenido nuestras miradas atentas a lo esencial, para
abrirnos a la luz del Espíritu, que es quien inspira nuestras resoluciones.
Gracias también al Padre Director
que, presidiendo y animando las celebraciones, ha sido transmisor del mensaje
de Dios.
El personaje que mira AL ESPECTADOR es sólo uno, pero importantísimo porque nos recuerda
que nuestra vida está siempre expuesta a las miradas de los otros. Desde esta
convicción quiero dar gracias a los equipos
encargados de la información y
comunicación, de la página web y redes sociales, desde su conocimiento
tecnológico y desde la creatividad de sus aportaciones han permitido que
nuestra Asamblea fuera seguida por espectadores externos, hermanas y laicos
interesados en lo que aquí ha ido aconteciendo.
También ha habido equipos encargados de cuidar que los
espectadores internos, que somos todos, recibiéramos imágenes y ecos de lo
vivido en cada instante. Gracias a los equipos
de paneles, fotografía, audiovisuales y micrófonos que tanta ilusión y
empeño han puesto en ello.
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Las MANOS de los personajes también están
cargadas de expresividad. Observando las manos que ACOGEN quiero dar gracias a cada una de las Hermanas de la Casa provincial y a las Hermanas del Colegio “La
Inmaculada-Marillac”. Su acogida y atenciones, su disponibilidad y trabajo,
demostrado siempre que hay acontecimientos provinciales, nos ha mostrado una
vez más la grandeza y apertura de su corazón.
Con estas manos que acogen quiero dar también gracias
a la Comisión de enfermería y a las
Hermanas del Hospital de la Milagrosa porque sus manos, además de acoger,
son manos que sanan y curan.
Las manos que SEÑALAN
nos recuerdan la imprescindible tarea de la Comisión de coordinación que, a través de los detalles, de la
exquisita organización y de la creatividad de sus aportaciones, han guiado la
marcha de la Asamblea con tanto entusiasmo y profundidad, sin escatimar
esfuerzo y siempre de buen talante, facilitando el trabajo de todas. También
las Moderadoras han guiado nuestros
diálogos con responsabilidad y elegancia, midiendo muy bien los tiempos y dando
oportunidad a todas.
No han faltado las manos que ORAN, porque todas hemos sentido la fuerza de la oración de las Hermanas mayores y enfermas, de las
Hermanas que se han quedado atendiendo tantos servicios, de las Hermanas que
están visitando o cuidando a sus familias. Gracias a todas ellas porque la
seguridad de su oración nos ha dado paz y confianza.
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En el cuadro, la LUZ del Espíritu ilumina a todo el
Cenáculo. En nuestra Asamblea hemos contado también con muchas LUCES que han enriquecido nuestras
reflexiones desde la novedad y audacia, para impulsar nuestra Misión
evangelizadora desde la caridad. Doy gracias a las Comisiones de síntesis y a los
ponentes, hermanas y laicos que, con sus
presentaciones, conferencias e informes cargados de experiencia vivida, de
frutos y de retos, han dado hondura, novedad y contenido a nuestras
reflexiones.
Y, por supuesto, gracias al Consejo provincial, Ecónoma y Secretaria.
Hemos compartido muchos momentos de trabajo en la preparación y desarrollo de
la Asamblea. Siempre con buen humor y talante, sin regatear tiempo ni esfuerzo,
convencidas de que la luz del Espíritu se hace más intensa cuando ponemos en
común ideas y opiniones, cuando compartimos responsabilidades y tareas.
Esta LUZ del Espíritu es la que debe continuar iluminándonos para
concretar y hacer realidad los ecos que han resonado en esta sala: configuración
con Cristo, cultivo de la vida interior, vivir con alegría, evitar la
difamación, disponibilidad sin preocuparnos excesivamente por nuestros espacios
y tiempos, corresponsabilidad, Consejo doméstico, vida sencilla y austera
expresada en compromisos concretos, entusiasmo misionero, proyectos audaces e
innovadores, dignificar a los pobres, proyecto de misión y vida compartida,
redes sociales, acción evangelizadora que lleve a la experiencia de Dios, participación
en las parroquias, trabajo en red, estructuras que favorezcan la agilidad, cultura
vocacional, acompañar en el discernimiento… Como una onda expansiva, estas
expresiones, estos ecos han hecho vibrar nuestros corazones.
Ahora ya sí que podemos guardar la imagen en nuestra
maleta, si cabe, porque ahora va repleta de personas, experiencias,
sentimientos y deseos. Y cada vez que la miremos después, en nuestras casas,
nos uniremos en la acción de gracias a Dios, autor de todo cuanto hemos vivido.
Y para acabar, permitidme que sea un poco atrevida al
interpretar la frase del libro de los Reyes que cité al principio:
“Una
voz le preguntó: ¿Qué te llevas de aquí, Elías, Sor Pilar,
Sor
Carmen, Sor Concepción, Sor Teresa…?
Contestaron: Nuestra pasión por el Señor
Dios de los Ejércitos, que nos ayudará a vivir cada día “la audacia de la
caridad para un nuevo impulso misionero”.
Y con estas
palabras, queda CLAUSURADA la Asamblea provincial 2014.