* PROCESIÓN DE ENTRADA
(Marcará la celebración: La Cruz,
·
Palabra de Dios e incienso: AUDACIA,
·
Agua : NOVEDAD,
·
Siete Hermanas con siete cirios: IMPULSO. )
Monición - APERTURA DE LA ASAMBLEA
Para responder con fidelidad y
disponibilidad siempre renovadas, a las necesidades de este tiempo y queriendo
participar fecunda y vivamente en la Misión universal de salvación de la
Iglesia, la pequeña Compañía, con un anhelo generoso y casi impaciente de
renovación, se abre a la conversión pastoral que Dios pide hoy a la Iglesia, en
vistas a una nueva era de fecundidad misionera.
El binomio a revisar y renovar es CARIDAD –MISIÓN, un testimonio de
comunión fraterna que se vuelva atractivo y resplandeciente y una opción
misionera capaz de transformarlo todo en cauce adecuado para la evangelización
del mundo.
Para ello las Hijas de la Caridad hemos
elegido tres actitudes necesarias: AUDACIA, NOVEDAD e IMPULSO, desde las que intentaremos vivificar la caridad y
reorientar la misión.
*AUDACIA: representada en la
Palabra y el Incienso
La Palabra tiene en sí una gran
potencialidad. Queremos aceptar esa libertad y desde ella restablecer nuestras
relaciones fraternas, en sencillez, gratuidad y transparencia.
- En la Palabra de
Dios aparece también este dinamismo de «salida». Abraham, Moisés,
Jeremías… aceptaron la llamada a salir hacia una tierra nueva. Hoy, en este
«id», están los escenarios y desafíos siempre nuevos.
- El incienso simboliza el tono
festivo y sagrado de la acción que realizamos. Cubre de solemnidad y belleza el
momento que vivimos, un momento cargado de veneración, respeto y trascendencia.
Representa esa unción
y ese buen olor que deseamos presidan nuestras relaciones fraternas y nuestra
misión cotidiana.
*NOVEDAD: simbolizada
en la transparencia de este agua
El agua simboliza nuestro nacimiento a la vida divina el día de
nuestro Bautismo. Representamos con ella el signo sacramental del nuevo
nacimiento, la novedad de vida a la que somos llamadas. En esta agua, nuestra
fe es desafiada a vislumbrar el vino en el que ella puede convertirse. En el
mundo contemporáneo son muchos los signos de la sed de Dios… queremos ser “PERSONAS-CÁNTARO”,
para dar de beber a los demás.
El agua es imprescindible para la vida, hace crecer y
desarrollarse, refresca y purifica. Todo grupo social necesita purificación y
crecimiento. Nosotras también. Queremos dejarnos sanar, renovar, para descubrir
todo aquello que detiene o debilita el dinamismo de una verdadera renovación
misionera.
*IMPULSO: lo simbolizamos en este Candelabro humano
Es el Espíritu quien fecunda
el agua propiciando la vida. Inauguramos un tiempo nuevo que debe caracterizarse
por la apertura al Espíritu que vivifica. A lo largo de la Asamblea nos
acompañará el candelabro de los siete
dones queriendo significar el impulso que ellos nos darán
para obedecer con prontitud las inspiraciones divinas.
- El don de Sabiduría – impulso necesario para gustar las cosas de Dios.
- El don de Inteligencia – impulso para comprender las verdades de la fe.
- El don de Consejo – impulso que nos lleve a compartir a Dios.
- El don de Fortaleza – impulso para abrazar gestos proféticos.
- El don de Ciencia – impulso para dar razón de nuestras motivaciones de fe.
- El don de Piedad – impulso para permanecer en la presencia de Dios.
- El don de Temor de Dios - impulso para dejarnos mover solo por amor a Él.
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