La Consejera de Formación nos recuerda, con la Madre Guillemin, que siempre hemos de estar en marcha en la formación, que nunca podemos decir: "yo,ya..." porque siempre hemos de seguir creciendo hacia Dios de forma integral.
Un camino que conlleva la vida entera y que simboliza las distintas etapas que vamos recorriendo en nuestra vida. La Palabra de Dios lo ilumina: "Señor muéstrame tus caminos, ilumíname en tus sendas, guíame por el camino de la Verdad".
Los Fundadores nos recuerdan que la formación es exigencia de la justicia y que la caridad bien entendida empieza por uno mismo, son ayuda para vivir la vocación en una configuración progresiva con Cristo, lo que nos permitirá dar respuestas siempre nuevas a nuestro servicio.
Para que sea auténtica debe tocarnos por dentro. ¡Dejémonos formar también por la vida y las Hermanas, por el sufrimiento y las dificultades porque Dios está siempre presente en nuestra vida y actúa en nosotras si encuentra la disponibilidad necesaria.
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